-¿Nunca has festejado una navidad? - preguntó sintiendo a su corazón estrujarse por aquel desconocido, ¡aquello ya era demasiado cruel! -No realmente - contestó. Kibum jadeó sin quitarle la mirada. -¡Eso es horrible! - el contrario dejó salir una risita por aquella reacción, mirándolo. -Cuando te acostumbras no lo es tanto - vio al pelinegro negar con su cabeza rápidamente, haciéndolo sonreír. -¡No! ¡Me niego! - tomó su mano levantándose de allí - ¡Festejarás tu navidad ahora! - le dijo estirando su mano para que se levante y lo siga.