Cuando una persona entra en tu vida, es difícil descifrar que hará en ella. Es muy complicado, saber si facilitará las cosas.. O si simplemente las empeorará. Con esto no quiero decir que es malo dejar entrar a una persona, o conocer a una, eso no es manejable. Son simples cosas del destino y la casualidad de la vida. En ese momento nunca esperé cruzarme a Jeff. No tuve la más minima intención. Al menos no de mi parte. Pero durante un período de tiempo, nuestros rostros comenzaron a verse más seguido, sin querer. Sin ninguna intención de querer verle la cara, eso sucedía en mi mente. Poco a poco, un psicópata se estaba adueñando de mi vida. De una manera a la cual yo nunca estuve acostumbrada, nunca.