Se que me entrego en cuerpo y alma, y estoy a gusto así, por que por momentos, puedo llegar a ser yo misma, sin importarme qué puede pasar después, sin la necesidad de pensar más de la cuenta, sin tener que ponerme barreras o limitaciones, y soy feliz. El problema viene después de la primera decepción amorosa, cuando de repente empiezo a depender del otro más de la cuenta, cuando quiero romper algo y me doy cuenta de que me enganche hasta la médula, cuando el amor cojea y falla por alguna razón. Eso es lo que desestabiliza mi mundo, por que mis sueños se rompen y se hacen añicos, y quiero escapar pero mis piernas no me responden, y quiero poner un punto y final pero se "da" una oportunidad para que las cosas cambien. Ahí es cuando siento que he perdido...
Mi corazón se ha partido muchas veces, pero llegará el día en que alguien llegue, recoja todos esos pedacitos y los vuelva a juntar de nuevo, quedarán las cicatrices, pero seguirá bombeando...
Ella odia la atención
Él adora la fama que tiene como jugador
Ella ama leer
Él ama el fútbol
¿Conseguirán ser más que amigos aunque ella sea vasca y él catalán? ¿Aunque ella odie el fútbol y él leer? ¿Aunque él la vea como la fan del Athletic y ella como el defensa del Barça?