Esta historia empieza en un punto de la vida en donde ya nada sorprendía, muy pocas cosas tenían sentido; no sabía quién era; estaba sumergida en algunos recuerdos tristes y algunos otros frustrantes, mis ideas del amor eran tan sólo pinceladas sin una forma determinada hasta que traspasé esa puerta de vidrio, entré a ese gran salón y sin querer di con algo que no esperaba, con esos enormes ojos que hasta el día de hoy logran enloquecerme y acariciar el paraíso, con esa historia con historia tan complicada, con la raíz de mis desvaríos, con el mejor y el peor, pero eso sí, el único. Esta historia es el comienzo de algo que amaría que no tuviera final porque Diego, desconozco lo que nos espera, pero si te quedas prometo contarte el final de esta historia el último día de mi vida.