El invierno es frío , es monótono, muchas personas hasta dirían que deprimente pero a mí, a mí me gustaba. El invierno era predecible , era rutinario... La idea de seguir una rutina no la aborrecía para nada. Me gustaba sentir un escalofrío cada vez que salía a la calle, sentir ese frío intenso que recorría todo mi cuerpo y se metia hasta el interior de mis huesos, me gustaba sentir como se me ponían las pelos de punta., el frío me recordaba que estaba viva.... Me identificaba con el invierno, el frío con el tiempo se hacía inmune a mi cuerpo,al igual que el dolor, llegababa a olvidarme de su presencia aunque no olvidara su existencia. Pero el invierno puede convertirse en verano cuando conoces a alguien que hace que todos tus días sean diferentes, que sean más cálidos... Y eso, eso fue lo que me pasó a mi. Hice de un frío y largo invierno, el mejor verano de mi vida.All Rights Reserved
1 parte