Ya han pasado dos semanas aproximadas de que Rubén ingreso de urgencia al hospital. No se estaba seguro de que es lo que habÃa pasado con el, o por qué tuvo tal actuar puesto que era un chico atento, simpático, risueño, activo, pero algo solitario. Aunque no habÃa por qué mal interpretarlo, el tenÃa amigos, buenos amigos, pero eso no le negaba optar a la soledad, sólo en el último tiempo comenzó a retraerse, pero seguÃa aparentando ser el mismo chico carismático.
Aun no entienden cómo no fueron capases de ver las señales, cómo fue que pasaron por alto lo que pasaba en su mente. Cada quien idealizó sus razones en las cuales todos estaban en lo correcto, pero nadie era culpable.
«Es que el nunca levanto sospechas... Pero el dicho es muy cierto, "la soledad mata", pero nunca me imagine que fuese capaz de semejante cosa...». All Rights Reserved
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