Nadie sabía qué era lo que pasaba por su mente, nadie la comprendía, esa soledad que por más que estuviese rodeada de personas sentía, esa tristeza, ese grito en el silencio, un grito que nadie oía, todos hacían oídos sordos al mismo, dejándola sufrir, nadie se daba cuenta... y eso, podía ir a peor, sabía que necesitaba ayuda, sabía que no duraría mucho más sin cometer ninguna tontería.
Esas ganas de acabar con todo, esas ganas de desaparecer, aunque, muy en el fondo, aún sentía que tenía metas por cumplir y sueños por lograr, tenía objetivos, pero, cada vez era más fuerte la presión, ya era casi insoportable, todas esas noches que había pasado llorando, intentando dormir, sin éxito alguno... estaba a tan sólo un paso de la muerte, y lo sabía perfectamente...