Elizabeth Crawford ha pasado por mucho para tener sólo 17 años. Ahora, después de los trágicos hechos que revolucionaron su vida y la de su familia, intenta seguir adelante de la forma más discreta posible, mientras, a su vez, se desespera por controlar su honorable pero inoportuna necesidad de ayudar a todo aquel que padezca la mínima agonía, asegurándose de que no sufran ni un cuarto de lo que ella sufrió. Todo se complica para Elizabeth cuando conoce a Nate, un chico con terribles historias y mirada rota. Desorientada por su incontrolable impulso de sanarlo, se verá envuelta en una historia que ni ella se verá capaz de controlar.