Mientras que seguía avanzando la voz que llamaba mi nombre con desesperación y tristeza se hacía cada vez más fuerte, podía hasta sentir como se acercaba, aun así yo seguía avanzando... y escapando... aun sin entender por qué, obviamente. De pronto la dueña de esa voz estaba detrás de mí, podía sentir su respiración en mi nuca. Ella me tomo de la mano, haciendo que liberase la daga que aun llevaba en la mano, la cual extrañamente hizo un gran ruido al caer sobre la hierba seca; su piel era suave, como la seda... esta sensación...tan cálida... la reconocía... era igual a aquella sensación... Mia...
10 parts