Sinopsis: Sus manos bailaban bruscamente en mi cuerpo haciendo que me duela la cintura y mi piel se ponga algo roja a causa de sus grandes apretones. Quería gritar pero mi boca no respondía a mi llamado de auxilio. ¡AYUDA, AYUDA! -gritaba mi subconsciente. Pero nadie me escuchaba. La gente seguía bailando frenéticamente mientras la música a todo volumen hacía que mi cabeza dará vuelta como un trompo. No me dejaba escapar aquel joven de cabello castaño, es lo único que pude llegar a ver, porque mis ojos se empezaron a cerrarse. ¡AYUDA, AYUDA! Mis piernas tampoco me respondían, quería moverlas pero lo único que hacía era que me temblaran. Sabía que si daba un paso mas terminaría con la cabeza en el suelo, y como dije, así pasó. Los tacones de aguja de una joven pisaban mi brazo estrujandolo bajo sus pies como si aplastara una gelatina. Alguien me alzo en sus hombros, tenía ganas de dormir. Mi cabeza quedo colgando al igual que mis dos brazos y las luces de todos colores me hacían querer vomitar. Mientras me tenía del hombro pude sentir su cabello rozando mi cuello. No sabía quién era, sólo quería que me suelte. ¡AYUDA, AYUDA! Me recostó en la parte trasera de un auto, estaba cómoda, me inundaba la oscuridad, quería dormir. El coche rugió y arrancó, no sé a donde me llevaba, pero no quería ir a ninguna parte. Cerré mis ojos por unos minutos. Una sacudida me hizo salir del auto. El hombre me llevó en su hombro nuevamente. Me llevó a un lugar acogedor, una casa. Subió las escaleras, abrió una puerta y luego me tiró bruscamente sobre algo... Una cama. El acerco su mano al borde de mi vestido... ¡AYUDA, AYUDA!