No importa cuanto tiempo transcurra, cuando dos almas están destinadas jamás podrán separarse. Solo les queda una opción. Encontrarse. Matías vive normal. En tranquilidad. Ignorancia. Desenfoque. Hasta que le conoce. El poseedor del anillo. Azul. Fernando llega a cambiar su vida. Y era inevitable. Porque el destino es irreversible. Pues la verdad...es absoluta.