Josh era un caliente, él se había obsesionado con ella, ya iban 8 años y no dejaba de desear cada parte, cada detalle de su hermoso cuerpo. Sus ojos verdes, su pelo largo y rubio que caía hasta su delgada cintura, sus curvas. Al observarla, un escalofrío le pasaba por su cuerpo. Pero claro, ella solo deseaba chicos rubios y de ojos claros como ella, nunca podría llegar ni siquiera a mirarlo.
Elisa solo quería llorar. Su padre había conseguido un trabajo en otra ciudad y debían irse. Ahora ella debía dejar su vida entera, su familia, sus amigos, su novio y todo lo que quería, para empezar de cero una nueva vida en un lugar desconocido.
Dos historias, dos almas rotas que en un punto se juntan, formando algo maravilloso.
Freen era una omega bastante rara para la personas aquellas decían que era un poco más alta para ser una omega otros que podría dar miedo si te miraba y algunas personas solo quedaban enamorada de verla aunque para Freen todo era normal pues siempre era amable y nunca se enojaba atenta con sus seres queridos era la chica perfecta como sus padres solían decir.
Becky una pequeña omega tan hermosa como la primera nevada era una chica responsable y cuidadosa con todo lo que hacía vive esperando a que aquella omega aparezca una vez más a su vida pues recuerda que alguien la salvó cuando era pequeña más no recuerda su rostro así que vive con la ilusión de que algún día aparecerá.
Pero ¿Qué pasaría si la persona que espera aparece en último año de universidad? ¿La reconocerá?