Ser asesino no es fácil. Implica huir, sobrevivir y esconderse. Pero todo es mas difícil aún cuando se hay un bebé de por medio.
Había tratado con miles de personas: viejos, ancianas, adolescentes y adultos... Pero jamás había tratado con un bebé. Y ahí es donde nuestra historia comenzaba.
"-No puedo matarlo... Es tan... No puedo.
-Entonces tendrás que cuidar de él Jeff, pero te diré algo: los asesinos no estamos hechos para tener hijos".
«-Pa...pa... Papá.
-¿¡Cómo... Como me haz llamado?!".
«-Te quiero, papi».
¿Difícil? Si, había sido muy difícil, pero me habría hecho entender que las mejores cosas se conseguían en base a esfuerzos. En base a acciones que tu no creías posibles. Ahora sólo puedo decir que había válido la pena, mi hijo habría valido la pena.
-¿Papi?
-Dime...
-Te quiero.
Sonreí.
-Y yo a ti, campeón.
Historia creada el primero de enero del 2016. Todos los derechos reservados.