En días así es cuando continuas con lo pasado pero tras el apuntador como remero; que puede ser, un charco, un mar de recuerdos que descubres tras recorrer las lineas níveas que dejas al marcar con el contraste negro de tu remero, y aún después de terminar sobre el lienzo sigues estando mínimo envuelto del margen prohibido reservado para ti y tus vistas jamas leídas. Y empiezo escribiendo sobre estas páginas.