Tengo que admitir que estos meses se me han echo larguísimos.
Sin él, parecía que la semana no acabaría nunca y las horas en el instituto se me hacían interminables.
Reconozco que me merezco esto, si, me lo merezco por no haberme dado cuenta de las cosas antes. Si no hubiera sido tan ingenua hubiera sabido que las palabras de Dani eran más falsas que un billete de 3€.
En el momento en el que me dijo si podíamos volver a intentarlo estaba tan ciega que le dije que si y destrozando todo el trabajo que me había costado "olvidarlo" volví a caer en sus redes sin percatarme de que todo era mentira.
Ahora mismo estoy tachando su nombre de todas mis libretas, carpetas, estuches, etc... Y duele, ya que además de estropear mis libretas perfectamente forradas y ahora también con borrones, estoy tachando de mi corazón a la persona que más feliz me ha hecho durante meses, y a la que, por desgracia, no podré olvidar jamás ya que a pesar del dolor, en mi corazón sigue tatuado "Daniel Oviedo".