¡SINOPSIS!
Lo más real de la existencia humana es que todos en algún momento, reímos, lloramos, gritamos, sufrimos y somos felices, de eso se trata vivir, de igual manera todos en algún momento destruimos todo a nuestro paso, es como las reglas de la vida; siempre he pensado que la vida a pesar de lo aburrido que suena es como la lista de las compras de una madre, las sigues al pie de la letra, cada madre tiene prioridades diferentes y eso es lo que hace que cada vida sea diferente, cada quien lucha con demonios diferentes, cada quien sonríe por motivos diferentes, somos grandes listas de mercado.
La vida siempre está dispuesta a golpearte, a tumbarte, a enseñarte, a hacerte reír, ella no es mala ni buena, es un enigma maravilloso, es un libro en blanco esperando que empieces a escribir, a plasmar tus recuerdos para que después puedan acordarse de ti, por todo lo que hiciste o por lo que no.
A veces simplemente no sabes cuánto tiempo estarás en el suelo, cuanto estarás sufriendo, pero ahí viene lo interesante y lo que los seres humanos dejamos mayormente de lado, y es que nada es para siempre, esa palabra es muy grande y muy larga porque ni siquiera la vida misma demora tanto, todo tiene un inicio y un final, de eso se trata, es como cuentos, la vida es así, tiene partes buenas, partes malas y partes regulares, es un circulo, todo se repite, nunca se es siempre feliz, ni nunca se esta siempre triste, así que empieza por decir que siempre es una palabra muy grande.
En la cima de la montaña, el aire es más frío y el silencio más ensordecedor. No es solo la nieve la que cae en el descenso, también lo hacen las certezas y los miedos. En el mundo del snowboard, cada salto es un riesgo y cada curva puede cambiarlo todo.
Sue Harper ha pasado su vida deslizándose entre expectativas y sueños, buscando algo más que aplausos: la certeza de que su lugar en la cima le pertenece. Pero cuando la línea entre la ambición y los sentimientos se vuelve borrosa, el verdadero desafío no está en la pista, sino en mantener el control cuando el corazón quiere lo contrario.
En un espacio donde la lealtad, la rivalidad y la libertad chocan como avalanchas, aprender a confiar puede ser más peligroso que cualquier caída. Porque el hielo guarda secretos, y a veces, lo más difícil no es llegar arriba... sino no perderse en el camino.