Nosotros no decidimos de quien nos enamoramos, solo somos simples humanos que intentan tener un poco de felicidad, pero esa felicidad acaba cuando entramos al ejército, debemos dejar nuestro lado sentimental y volvernos unas máquinas de matanzas, especialmente de esas bestias que son los titanes, un simple descuido, una simple equivocación podría convertirte en mierda de titán, solo debemos acabarlos y buscar nuestra libertad. Todo eso pensé hasta que la conocí a la única mujer que hizo que mi corazón latiera frenéticamente, de felicidad, paré por segundos de temor y reciba pinchazos de dolor por rechazo. Esa maldita mocosa me hizo dar cuenta que el amor es real. Pero ella no me miraba como yo quería, su misión de ella es "Hacer los sueños de Hanji realidad", no sé de donde se conocen. Desde el momento que la vi hizo mi vida una aventura, llena de amor, esperanza, felicidad, pero también lágrimas y dolor. Al final fue la Aventura de un soldado