Al grano.
La idea de estos textos surgió del magnífico blog de Gabriella Campbell, de reflexionar cinco días y del ejemplo de un amigo (¡hola, Javi!). El objetivo es escribir al menos 200 palabras al día.
Para ello, he llenado un bote con 47 temas (y subiendo) y 6 papeles libres, para sacar uno cada día y ponerme a escribir sobre ello.
Así pues, los dos primeros días me dedicaré a escribir y refinar un texto libre, lo que viene siendo brainstorming y visitar a los robotitos de Lanayru.
El tercer día, Auri lloró. Y yo sacaré otro papelito de otro bote en el que ponga la variedad discursiva que tengo que utilizar ese día: exposición, argumentación, narración, descripción, ensayo. Mira, que si me toca un ensayo sobre las motas de polvo...
El cuarto día, haré otro texto libre... pero en inglés. Intento prepararme para un examen, ¿algún problema?
Y los tres últimos días... bueno, una tiene sus propios proyectos. Lo dejo ahí.
Lo mejor de todo es que me estoy pasando estas indicaciones por la pituitaria. ¡Que viva la creatividad!
En el momento de empezar no quería que nadie me leyese. Pero, según voy escribiendo destrozos de la cohesión y coherencia textual y aberraciones del castellano, me doy cuenta de que lo que quiero es encontrar mis fallos. De modo que me gustaría pediros que, si encontráis algún error, incorrección, o tenéis alguna sugerencia sobre mi escritura o sobre lo que aquí cuente; no os cortéis en comentarlo, que no muerdo... casi nunca.
Hala, a enseñaros mis vergüenzas. Si os gustan, también podéis decirlo, eh. ¡Un saludo!
Ahora no procrastinéis más y poneos a estudiar.
- La imagen de la portada procede http://sciencenotes.org/ -