-¿Acaso no me conoces niñita? - -¿Acaso debería conocerte? Alza las cejas apenas escucha mi respuesta como si se hubiera sorprendido, pero después de unos segundos las baja y camina hacia mi con paso decidido y para de golpe cuando estaba lo suficientemente cerca sin despegar la vista directa en mis ojos. -Deberías saberlo. -suelta con brusquedad. - Deberías tenerme miedo.