Era mi primer día.

Donde ni un día normal podía acabar normal.

Saitama y Genos van a comprar algunas cosas a uno de los pocos supermercados que quedan abiertos en la derruida ciudad Z. Allí se ven involucrados con la pobre cajera que empezaba a trabajar allí aquel día, con un grupito de niñas chillonas y acosadoras, una abuela que quería comprar una barra de pan a toda costa, y la gerente de aquel negocio.

Un poco de humor y de vergüenza ajena.

Se podría considerar que tiene alguna insinuación SaiGenos, pero es bastante leve.