Greg Lestrade nunca ha sido bueno con las palabras.
Odia las conferencias de la Yard como a nada en el mundo.
Y más cuando las distracciones visuales le juegan una mala pasada.
Greg Lestrade nunca ha sido bueno con las palabras.
Odia las conferencias de la Yard como a nada en el mundo.
Y más cuando las distracciones visuales le juegan una mala pasada.