Nunca imaginé que mi vida pudiera dar un giro de 180 grados. Tampoco imaginé que aquellos ojos azules grisáceos me perseguirían hasta hacerme caer de la peor manera. "- Por qué sigues aqui, después de todo?" - Dijo levantando la mirada del suelo, dejando que algunas gotas de lluvia calleran por su cara. "- ¿Por qué no?- Le conteste sonriendo de manera segura. Haciendo que su mirada azul grisacia chocara con la mia.