El fútbol, la fama, las fiestas, el alcohol y el dinero no eran una buena combinación... Aquella noche, Valentina sintió que lo correcto sería marcharse. La situación que llevaba con Leonardo Ponzio no tenía remedio y la relación ya se tornaba enfermiza. Las cosas habían cambiado y ese fuego que solía existir entre ellos se fue apagando lentamente, dejando solo cenizas. "¿Qué nos pasó?" se preguntaba repetidas veces ella mirando por última vez el dormitorio. Cerró los ojos por unos segundos y salió por la puerta dando un portazo. Salió con la esperanza de no volver jamás, de dar vuelta la página y comenzar otra historia. Salió sin pensar que un día, las llamas arderían una vez mas...