Todo comenzó en el año 1999. Cuando la Sra Irma, de 88 años de edad, se le diagnóstica una rara enfermedad terminal, por ende sólo le restaban un par de semanas de vida.
La Sra Irma muy triste por su estado de salud, decide viajar junto a su familia a Forx, un poblado que se ubicaba en medio de un bosque cerca de un lago.
Ella y su familia deciden que es la mejor opción, ya que de esa manera pasará sus últimas semanas, en un lugar tranquilo, a diferencia de la ciudad, la cual no le proporcionaba un ambiente de paz.
Luego del fatídico desenlace de la Sra Irma, sus descendientes, deciden vender la propiedad en la cual falleció.