Sede A

Existen personas que llegan a nuestra vida en el momento preciso, ellos no sabían que cambiarían tu mundo, y tu no sabias que cambiarías el de ellos.

Me parece complejo, pero sencillo. Todos pasamos por ese proceso, para algunos suele culminar en un completo desastre, para otros solo un impulso a la gloria. Se darán momentos donde agradecerás la presencia de algún mortal y hay otros donde maldices su cercanía.

Y yo me repetía Pilar Baen, no vas a llorar porque te duele... no recibir lo que estás empezando a sentir.

En esta historia yo fui el desastre, pero esa persona mi gloria, aunque no lo parezca.

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Pilar es una adolescente, tiene una vida equilibrada, ama tener todo bajo control, cuando las cosas no suceden como ella quiere suele sentirse inquieta, afectándola. Vive con su hermana pequeña, y su madre Amanda Russo. Una persona dulce, sabia y especial, que siempre ha luchado sola para sostener económicamente la familia.

Uriel Wilson, a su corta edad tiene un sin fin de logros, siendo así uno de los jóvenes más importantes, innovadores y peligrosos por sus habilidades, conocimientos y destrezas en la Sede A. Él tenía interés en ir a clases normales, vivir una experiencia y al aburrirse, alejarse, acudió a Pilar, porque está chica sencillamente captó su atención, no esperaba mucho, aunque divertirse es una opción que él no descartaba.

Todo se complicó, ser Líder es un peso, muchos cargos, agotadoras reuniones, complicadas misiones, largos viajes y errores que acabaron dañando a quienes más amaba. Su relación con Pilar empieza a vincularse de muchas formas. Ella quiere respuestas, él no se las dará. Ella tiene muchos problemas, y él ahí estará.

Incluso él inconscientemente hace que ella entre a su mundo a un precio caro y doloroso.