-No te acerques más, soy la hija de la famosa empresaria de Estados Unidos -dije lo más segura posible. -¿De Jennifer Stephan? -preguntó asombrado. -Sí, te conviene no acercarte a más de 10 metros de mí si no quieres pasarte toda tu vida en la cárcel. -Tranquila Stacy, no soy como los demás delincuentes. -¿Enserio? -Sí, básicamente soy el peor de todos, el que tiene el poder sobre ellos, te conviene no acercarte a mí si no quieres salir herida.