Ambos éramos distintos, nuestras vidas no eran normales; ambos éramos almas destruidas, estábamos sufriendo; yo no la busqué a ella, ella sólo surgió, como surge lo inevitable en ésta vida, sin poder detenerlo llegué a amarla, y ella me amó a mi, y sin previo aviso, ella sólo se fue... Dejando una sensación, una sensación agridulce.All Rights Reserved