The Sky In His Eyes

Está ahí. Sus ojos verdes se abren amplio al mirarme y sonríe. Es unos 30 centímetros más alto que yo, sus hombros son anchos, su cabello es lacio y color chocolate, casi hasta su barbilla, tez blanca, labios carnosos...
No lo puedo creer, es él.
Deja sus maletas caer antes de que corra hacia mí. Mi corazón late tan rápido que no puedo escuchar nada. Mis labios están entre abiertos por la impresión y sé que me veo tremendamente roja de la pena de que todos nos estén mirando, pero no importa.
Sus brazos me rodean la cintura y me levanta del piso, cierro mis ojos por un instante y poco después rodeo sus hombros con mis brazos con fuerza.
-Esperé tanto por esto, pequeña.
Su voz ronca y profunda en mi oído hace que cada parte de mi cuerpo se estremezca. Sus labios atrapan los míos y no tardo en responderle el beso con ansias, su beso sabe a menta y cigarrillos.
Pasaron tres años desde que lo conocí en internet, tres años hasta lo pude conocer.