Y es que no hay mejor profesor que el error, siempre nos cuesta reconocer que hemos fallado, es normal a nadie le gusta sentir que ha fracasado, pero ¿sabéis que? Que de todo se aprende, no te eches los errores a la espalda que te acabarán tirando el suelo. Nadie es perfecto, repito, NADIE. Mi abuelo me decia "chico, en esta vida todo tiene solución menos la muerte" y la verdad es que llevaba una razón que flipas. Los errores, los fallos, los problemas, todo eso se miden dependiendo la importancia que los des. Y os cuento esto porque yo he sido la persona que más me he fallado y véis aquí sigo, que me caído mil veces, pero he levantado otras mil.