Hace más de un siglo, en el reino Zegregón. Los humanos y animales fantásticos convivían con los humanos en perfecta armonía. Pero un día. Un dragón, de escamas grises se rebeló contra el reino. Su principal objetivo era el Rey Cecrión, al que mató y destrozó su castillo. Y montado entre todos los escombros de este, se hallaba el dragón, como si estuviera subió en su propio trono.
Desde entonces, una profecía nació "Aquel quien hable el idioma de El Dragón Gris, será el Rey supremo de Zegregón, y devolverá la paz y la armonía al reino." De ahí, muchas canciones, relatos y historias contadas de distintas formas se hicieron sobre aquella historia y profecía. Algunos, La creen, otros simplemente afirman que es una Leyenda.
A lo largo del siglo, comenzaron a nacer niños con el don de poner hablar con los dragones, a estos fueron entrenados toda la vida, para ser personas fuertes, y le fueron proporcionado estudios. Para que futuramente, trabajen de Dramors, el nombre que se denominó a los cazadores de dragones.
Pero solo uno podrá entender a El dragón Gris. Llevan años esperando que vuelva a nacer un dragón de escamas grises, pues son únicos y muy pocos ha habido, son los más importantes.
Como es de esperar, no todos quieren que esa profecía sea cumplida. Herinskton, descendiente del Rey Cecrión, actualmente Rey que tiene al reino sumergido en una gran pobreza, no quiere que dicha profecía sea cumplida. Pues el puesto de Rey, es suyo, y no permitirá que le sea robado. El principar objetivo, de él, es acabar con El Dragón Gris una vez recién nacido. Para el poder ser el Rey, por siempre.
Lin Yi, un trabajador de oficina muy trabajador, murió una noche por exceso de trabajo. Cuando abrió los ojos de nuevo, se encontró en el cuerpo de un personaje que había sido carne de cañón y que había sido casado con un magnate como parte de una alianza comercial entre dos familias adineradas.
En este matrimonio, Lin Yi era prácticamente invisible. Su dominante marido nunca volvía a casa, dejándole sólo una asignación mensual de cinco millones de yuanes.
Lin Yi: ¡Qué buena oferta! ¡Es hora de vivir la vida como un adicto al sofá!
Aparte de eso, Lin Yi también tenía un hijastro llamado Huo Mianmian, un niño de tres años que era pequeño, suave y hermosamente refinado. Sin embargo, el niño generalmente era muy tranquilo y cauteloso con los demás, no se acercaba fácilmente a nadie.
Lin Yi no tenía que preocuparse por criar al niño, disfrutaba de su nueva libertad, su única preocupación era cómo gastar su dinero.
Cuando estaba feliz, compraba un inmueble comercial; cuando no estaba feliz, un coche deportivo...