PRÍNCIPE Y MENDIGO

PREFACIO
Voy a contaros un cuento, tal como me lo refirió cierta persona, que lo sabía por su padre; el cual lo conocía por el padre de él; quien de igual manera lo había aprendido de su padre. . . y así sucesivamente, de generación en generación, hasta remontarse a más de trescientos años, durante los cuales los padres se lo trasmitían a los hijos y así lo iban conservando. Será tal vez historia, o será únicamente una leyenda, una tradición; acaso dejó de ocurrir; pero pudo haber ocurrido. Es posible que los doctos y los eruditos lo creyeran en los días de antaño, pero también es posible que sólo a los indoctos y a los ingenuos les agradara y les mereciera crédito.