Recuerdo aquella noche, era fría y lluviosa, en la mañana dijeron que seria un día lluvioso, mentira... Ahí estaba yo, frente a la gran acería de la ciudad, un edificio viejo con muchas chimeneas, sucio y podría decirse que en mal estado. Una mujer en la mañana me dio una hoja que decía con letras grandes "EMPLEO", y claro... fui porque necesitaba uno, estaba a pocos días de que el banco me quitara el lugar donde duermo, un pequeño pero acogedor apartamento, para ser sinceros, no me importaba que me echaran de allí, solo soy yo. No tengo a nadie más. Tenia dudas si entrar o no... Bajo la lluvia intentaba aclarar mis ideas, solo podía pensar en que la ropa que llevaba puesta estaba empapada. Por fin, lote por entrar, empujando la pesada puerta, mientras hacia un chirrido espeluznante, tanto como el de una película de terror, se abrió de par en par.
Una viejecilla estaba sentada frente a una vieja computadora, ella era el guardia, anotaba quien entraba y quie