Me llamo Nayla, tengo 17 años, y mi hobby favorito es meterme en problemas. Por algo soy la mano derecha del capo italiano de turno, El Jefe. Él fue quien prometió cumplir mi sueño de dedicarme al fútbol a cambio de un pequeño trabajito. Y yo, por mis sueños, mato. Bueno, vale, matar quizá suena un poco fuerte, pero a alguna ilegalidad sin importancia no le digo que no. Así que acepté. El trabajó resultó estar relacionado con un niño bonito de 18 años bañado en dinero y con aires de grandeza que odia los problemas, lo que lo hace todavía más divertido. -O llámame loca pero tal vez, ¡tal vez!, todo esto es una idea malísima. ¿Quién coño te ha dado permiso para meterte en mi sinopsis? -Eres una mala hablada. No le hagáis caso, ella no sabe lo que es divertirse. -¡Nayla, sigo aquí, te estoy escucha- Eso, ni caso. Tú lee, lee.