Elizabeth es una adolescente más, no tiene una vida fuera de lo común ni aventuras extraordinarias, pero está empezando a experimentar lo que es realmente la adolescencia, las amistades, responsabilidades, momentos de diversión y claro, el amor. Con el paso de los años Eli entendió lo arriesgado que es confiarle sus vivencias, miedos, tristezas, decepciones, alegrías o cualquier emoción que deseara expresar a las personas, porque de formas no muy agradables se ha dado cuenta que pocas personas son de fiar, así que como su método silencioso de desahogarse y uniendo una de sus pasiones como lo es escribir, Eli decide expresar todo mediante un diario, y contar de forma detallada su vida diaria desde el inicio del último año de escuela, ¿quién sabe? Podría ser lo suficiente emocionante como para convertirlo en un libro.