Un hombre se sienta en el medio de la sala, a la espera. En el silencio, un ruido de tacones femeninos le provoca los sentidos. El espectáculo está a punto de comenzar... y nada será como antes.
Arianna Radburn tiene una doble vida: por el día bailarina incansable en una de las compañías de
danza más prestigiosas de Londres y perturbadora criatura de la noche, cuando, bajo el nombre
de Dulce Trueno, muestra su perfecto cuerpo en Icing on the Cake. Pero los ojos hambrientos de
los hombres no la han excitado nunca, hasta que recibe una propuesta sorprendente: exhibirse a
un solo cliente, noche tras noche, con una generosa recompensa. Pero Arianna no la altera tanto
la naturaleza de la propuesta, sino el hombre que la hace. Nicholas Morgan, de hecho, es su
coreógrafo visionario. Un hombre hermoso, encantador e implacable en la sala de ensayos. El cual
tiene una regla estricta: no tener relaciones sexuales con uno de sus bailarines. La mujer
provocativa que se exhibe para él, sin embargo, no es la misma que trabaja en su afirmado cuerpo
de baile. ¿Logrará Arianna caminar por la delgada línea que divide un show sexy de un intento real
de seducción? O bien, ¿mirada tras mirada, gesto tras gesto, la pasión eventualmente explotará
con consecuencias impredecibles para ambos?
𝓐𝓭𝓻𝓮𝓷
Siempre supe que matar era lo mío, lo disfrutaba haciendo y había encontrado mi lugar con Mason Cox.
No esperaba cambiar, ni esperaba establecerme más allá de cogerme a algunas putas en el club Diosas.
No necesitaba nada más, hasta que comencé a necesitar a esa bailarina que me hacía rodar los ojos cada vez que la tenía sobre mí. No esperaba necesitar sus besos, su cuerpo, su voz...y menos aún a ella.
Sobre todo, porque cada vez que estábamos juntos, luego le pagaba.
Ella no era la clase de mujer con la que un hombre estaría en serio, pero a veces todo se va a la mierda y luego comencé a odiar y matar a cualquier hombre que pudiera tenerla.
𝓑𝓵𝓪𝓲𝓻
No conocía nada más que no fuera vender mi cuerpo...
Después de todo me habían quitado esa decisión hace muchos años y maldita sea, no había podido dejarlo.
Nunca fui una brillante estudiante, ni siquiera pude terminar el colegio antes de que me tiraran a los brazos de hombres que me hacían sentir sucia y maldita.
Menos aún, esperaba enamorarme de un cliente...
Pero él...él solo me veía como a una puta, y sabía que el destino nunca iba a jugar a mi favor.
Tercer libro de la saga "Memento Mori"