Él: "¿Por qué no puedo abrazarte en las calles? ¿Por qué no puedo besarte en la pista de baile? Desearía que fuera así, ¿Por qué no puede ser así? Porque soy tuyo." Ella: "¿Por qué no puedo decir que estoy enamorada? Quiero gritarlo desde lo alto de los techos. Desearía que fuera así, ¿Por qué no puede ser así? Porque soy tuya." Desde ese día, cuando escucharon esa canción, supieron que eso era el comienzo de su historia. Supieron que iban a tener demasiados problemas, pero juraron superarlos a todos, a cada uno de los obstáculos. A cada cosa que se interpusiese entre ellos. No hacían caso a lo que la gente pudiera decir, no se mostraban a la luz. Quizá por miedo a lo que diga las personas, o quizá por lo que no digan. Les daba igual. Esa canción era suya. Esa canción era de ellos. Esa canción era de él. Esa canción era de ella. Lo sabían. Lo sabía.