Triada - En Las Garras Del Destino

Yo siempre creí que hay tres tipos de historias. Algunas están hechas para ser narradas: nacen de noche alrededor del fuego, se templan pasando de boca en boca y sirven las veces de escudo o espada. Otras son para oídos más selectos: brotan como susurros, se alojan en el corazón, echan raíces y con el tiempo se vuelven muy pesadas .Por último están las fantasías y sueños que se pierden etéreos en nuestra memoria y que jamás llegan a ser expuestos. En mi tierra se dice que al morir el alma debe cruzar un puente vigilado por un gigante que escuchará atento el relato de tu vida y, si te considera digno, te dejará pasar al más allá. Los hombres somos criaturas de historias, las contamos, las creamos y las vivimos. Así que, preso del hastío que me produce estar en una celda, me puse a pensar cuál podría ser el principio de mi historia. Lo primero es la presentación: Me dicen Ragval el loco, soy el hijo de un padre asesinado, y el asesino de mi propio hijo y hoy es el último día de mi vida.