El matrimonio entre el heredero del terrateniente y el hermano menor del samurái más conocido en la región era el principal tema de conversación en todo el pueblo. Sin embargo, esto no era por el hecho de que dichos individuos fueran personas de gran rango, si no porque uno de ellos (el hijo del terrateniente) era un personaje muy misterioso, nadie, a excepción de sus padres, lo había visto en persona. Muchos decían que el pobre chico tenía la cara deformada y sus padres estaban avergonzados de él.