Me encontraba esperando al otro lado de la calle, sus ojos color verde conectaron con los míos, celestes. La oscuridad se mezcló con un fuerte viento que arrastraba la lluvia hacia todas las direcciones, el impacto del auto con su frágil cuerpo le hizo mucho daño. Lo dejó en coma, pero aquí estoy, hablandole, al igual que todos días. Y no dejaré de hacerlo, porque tengo la esperanza que escuchará nuestro sin fin de momentos vividos. Sebastian, sólo ruego por una cosa... Abre esos hermosos ojos. Responde.