MANUELA:
Nunca imaginé que conocería al amor de mi vida al arrojarle un café. Se lo arrojé después de que el imbécil me llamara gorda, porque tropecé con él mientras corría hacia una reunión importante.
De ninguna manera pensé que ese hombre se convertiría en lo más importante para mí, nunca creí que pudiera necesitarlo tanto y jamás llegue a concebir la idea de amarlo con tanta pasión y de aprender tanto de un ser tan arrogante, autoritario, narciso, déspota, mandón, protector, egocéntrico, superficial, egoísta... Arrr alguien como David Mendoza
Mi total y opuesto tipo de hombre. Porque los hombres como él, simplemente son un rotundo NO en mi independiente y genial vida.
DAVID
No había previsto enamorarme de la mujer que me arrojó un maldito café caliente al rostro. Me lo arrojó después de que sin querer le dijera algo sobre su peso, luego de que tropezará conmigo mientras prestaba más atención a su dona que al camino. En la vida vislumbré que esa mujer se convirtiera en mi razón de ser, jamás sospeche que se robara mi corazón y me hiciera necesitarla, vivirla y sentirla de esta manera; en absoluto percibí que lograra enseñarme tanto de la vida, una mujer tan impulsiva, apasionada, impetuosa, increíble, desordenada, despreocupada, independiente, encantadora, cariñosa, amable... Grrr alguien como Manuela Quintero Acosta.
Mi tipo de mujer opuesto, simplemente por sus muchas y muchas curvas. Mis mujeres siempre han sido delgadas, atléticas, altas, delicadas sin tantas curvas...
¿Sabes lo que dicen de las curvas?
Debes tener cuidado con ellas... porque pueden ser muy peligrosas
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