Al final uno hace lo que mejor sabe, huir, y eso hago ahora mismo, huyo de la realidad, del dolor del momento, de la rabia contenida, de la desaprobación del público, de los juicios ajenos, de tu mirada inquisidora, por huir, huyo de mi misma, de mi conciencia, de mis anhelos.
Me refugio en estas letras que brotan desgarrando el alma, haciendo sangrar todas y cada una de las cicatrices acumuladas, escribo con ansia, con desasosiego, golpeando fuerte las teclas, para gritar al mundo todo lo que llevo callando, todo el acúmulo de emociones que esta noche me desvelan, escribo estas letras para callar otras muchas, esas que hablan de mi realidad del momento, para no escribir de celos, de tríos, de problemas.
Así que huyo, a un lugar donde me llevan las notas del piano que ahora escucho, un lugar donde estamos de nuevo solos tú y yo, donde me duermo plácidamente en tu regazo, donde no tengo que pensar más si lo que hago está bien o está mal, donde no dudo de tu presencia, de tu entrega. En
En las letras he encontrado el refugio que nadie logró darme, en los versos me escondo cuando la gente comienza a ignorarme, en mis textos busco consuelo al darme cuenta de lo sola que me encuentro, espero algún día escribir sin hacerlo rota por dentro, espero también que si dejo de esconderme entre letras, sea para compartirlas con alguien que de verdad me tome en serio.