Éramos como el sol y la luna. ¿Sabes? Tan iguales, y tan distintas al mismo tiempo. "Fuego helado" se queda corto para describirnos. Pero dentro de cada una, había una parte de la otra. El ying y el yang quizás nos describía mejor. Aun recuerdo sus ojos color esmeralda, llenos de vida, sueños e ilusiones. Su salvaje cabello ondulado moviéndose con el viento en contraste a mi negra cabellera, siempre fija, siempre serena. Fuego y agua. Cielo y tierra. Somos tan iguales y tan distintas. Blanco y negro. Día y noche.