Mi respiración se agito, mis pulmones ardían con cada bocanada de aire que trataba de forma inútil inhalar, mis piernas se enredaban y caía varias veces al suelo llenándome de ramas y hojas secas, que como pequeños engendros, se pegaban a mi cuerpo y me volvían mas lento. Pero no podía detenerme, no si quería vivir.
Sabia que llevaba mas de media hora en esa marcha, y el sol empezaba a ocultarse. Si no encontraba refugio moriría, la oscuridad siempre era mala, las tinieblas escondían seres asesinos y despiadados, los bosques siempre eran un nido para ellos, y yo estaba en medio, apunto de ser cazado.
Por ello corría: un demonio estaba detrás de mi. Solo jugaba, era lógico, tan solo esperaba para cazarme mientras me mataba mental y físicamente, cada vez escuchaba sus pasos mas cerca de mi, el sonido de sus garras enterrándose en la tierra húmeda por la lluvia de la mañana creando un eco casi inexistente, pero yo lo escuchaba. Sus bufidos y gruñidos cada vez mas cerca, cada vez acorta
Han pasado cerca de 7 años después de que ambos miembros de la realeza se vieran por última vez debido a sus deberes reales y prometieron volver a encontrarse, pero.... ¿Será como lo habían planeado?