Vivíamos en un mundo roto, inundado por la corrupción, el robo, el mercado negro, la prostitución, y la violencia desenfrenada. Lo veíamos a diario en las noticias, como si fuera algo normal. Pero todo eso cambió de golpe. El 30 de abril de 2017, los noticieros dejaron de lado el caos habitual y comenzaron a compartir métodos de supervivencia, casi sin que nos diéramos cuenta. Para el 15 de febrero de 2018, el mensaje era claro: ahora era el momento de aplicarlos. Algunos lo habían anticipado, decían que los invasores estaban aquí desde hace tiempo, ocultos entre nosotros. Pero para la mayoría, fue como si esas criaturas hubieran caído del cielo, mezclándose y destruyendo todo a su paso. No sabemos de dónde vinieron, pero lo que sí sabemos es que su llegada despertó una nueva especie, una que alteró a la ya existente. El apocalipsis no llegó como lo imaginábamos. Perdimos la fé en dicho dios que vendría a salvarnos y nos dimos cuenta de que estábamos solos en esta lucha. Soy Spencer, un superviviente en un mundo donde los pocos que quedamos luchamos contra los invasores. Nacimos para ver al resto morir, pero eso no significa que nos rendiremos. Cuando digo "al resto", también hablo de ellos. Porque ahora somos los menos, contra los más.