Nadina Cooper ha sido una muchacha que ha pasado por varias cosas: no le llegaba con que su relación con su madre no haya sido perfecta, su infancia y adolescencia no fueran las mejores para recordar y lo peor... La última relación que tuvo la dejó echa polvo. Dando todo el amor que alguien se puede imaginar a una persona que nunca la valoró, Nadina se encuentra con la horma de su zapato cuando decide irse a vivir con su mejor amigo, Mizuki. Una extraña organización la está persiguiendo y acosando por un extraño experimento que tuvo lugar hace años en una investigación de su abuelo.
Cuando ella pensaba que estaba hundiéndose en un pozo sin fondo, conoce a un extraño encapuchado llamado Kotetsu, el cual acaba descubriendo que es una Bestia. Una criatura de la cultura japonesa proveniente de otro mundo, su lugar se encuentra en una dimensión paralela a la Tierra y ha permanecido oculto desde milenios.
Estas dos almas encontradas por el destino deberán trabajar juntos para acabar con los planes de la malvada organización mientras soportan una increíble atracción entre ellos. Kotetsu, temeroso de meter la pata con ella al sentir que se está enamorando de verdad, tratará de actuar con precaución, tratando de controlar sus deseos; mientras que Nadina se encontrará confusa e insegura ante comenzar una nueva relación después de todo lo sufrido. Pero lo que realmente tendrá que preocupar a los dos, es el hecho de que una relación entre una Bestia y una humana está totalmente prohibido en el mundo de las Bestias.
¿Cuales son los verdaderos propósitos de la extraña organización que va detrás de Nadina? ¿Podrán resistir sus sentimientos y esconderlos o Kotetsu y Nadina desatarán su pasión?
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...