-Lo siento- Le digo mientras dejo de mirarlo, ya que, creo que notó el espectáculo que me estaba dando su persona, porque me miró y sonrió tan ampliamente, que, en ese momento, juro que sentí como mi corazón latía rápidamente- ¿Estás bien?- Le pregunté. -Bueno, ahora que te veo, si, estoy muy bien- Joder, no, seguro mi cara se encuentra como un tomate, y al ver su sonrisa y su mirada divertida, me lo confirmé. ¿Ella? Ella anhela libertad y nuevas experiencias. Ella anhela vivir la vida al máximo. ¿Él? Él no anhelaba nada, el lo tenía todo. ¿Ahora? Él sólo anhela su amor.