Con razón paré de escribir un diario. Era como mantener un registro de mi propia estupidez.
¿Por qué querría hacer eso? ¿Por qué querría recordarme a mí misma lo estúpida que soy?
Es literalmente lo que dice el título. Es mi Diario, porque ya estoy harta de no tener uno. Entra si te interesa leer la para nada interesante vida de una veinteañera que solo sabe sobrepensar y crear escenarios ficticios en su cabeza.