Se llamaba Felipe pero pronto se dio a conocer como Fillipe Naseaux de la Zampoña, “El Último Caballero”. Ese era su sueño: ser caballero andante.
Mientras cabalgaba, Fillipe soñaba en voz alta las aventuras que estaban por venir y su caballo Anibal, andando sobre sus viejas herraduras, le decía que esas ideas eran un poco ridículas. Uno vivía en la nubes, el otro con los pies en el suelo. Por la noche el caballero le contó más historias y que su objetivo era ¡luchar por el amor y rescatar princesas en apuros! Claro que, para esto, necesitaban encontrar a una.All Rights Reserved