Cuando eres un psiquiatra experimentado como Marco poco pueden espantarte las pacientes de diecinueve años, al menos que estas pacientes se llamen Mave. Y que estas Mave tengan una lista secreta de lo que los chicos no deben hacer y que seas lo suficientemente torpe como para llegar ha infringir trece reglas en una cesión. Así es como Mave conoce a Marco, más bien como Marco conoce Mave y sus problemas empiezan.