Niños Invisibles

Esta es la triste historia de un vecinito. Lo escribí buscando alivio, pero me encontré con las palabras de mi hermana recomendándome hacerla pública. Porque no solo es la historia de Enzo, sino la de tantos nenes y nenas en todo el mundo, a quienes queremos ayudar pero simplemente no podemos. Si bien invertí todo mi esfuerzo en darle todo lo mejor que pude mientras tuve tiempo, sigo sintiendo que fallé, o quizás que no hice suficiente. Publicar estas líneas, -aunque nadie la lea, a nadie le importe, a nadie le interese- es la forma que tengo de hacer un último esfuerzo por ayudarlo: si bien siento que no puedo cambiar el rumbo de su vida, quizás logre que alguien, -a miles de kilómetros, o quizás a la vuelta de la esquina-, escuche su historia, conozca una pizca de él. Quizás logre que para alguien, en algún lado, aunque sea por un instante, Enzo deje de ser un niño invisible.